Las cestas de navidad, son una tradición, que se remonta a épocas antiguas, forman parte del reconocimiento que se da a los trabajadores.
Siempre nos hemos preguntado cuál es la historia de las cestas de navidad. Principalmente, en las épocas de fiestas decembrinas se caracterizan por la alegría de compartir, de recibir y dar obsequios, abrazos y buenos deseos entre familiares y amigos. Estos detalles también se han extendido a nivel empresarial, como parte del incentivo y motivación desde un patrono a sus trabajadores.
Las cestas de navidad, son una tradición, que se remonta a épocas antiguas, forman parte del reconocimiento que se da a los trabajadores, e incluso de parte de una organización empresarial a sus clientes o a sus proveedores.
Esta tradición nace de una antigua costumbre romana, la “sportula”, una cesta que contenía víveres, y que obsequiaron los patronos a sus trabajadores, durante la temporada de las fiestas en homenaje a Saturno.
La Saturnalia era un día especial para los romanos, y lo celebraban en homenaje al dios Saturno. Para este dios, todos los hombres eran iguales, no existían clases sociales ni diferencias durante su reinado.
La fiesta en su honor se celebraba en templos a finales de año, era un festejo muy esperado por los romanos, al punto que lo describen como el mejor día del año, y lo festejaban cuando terminaban las jornadas de siembra tras un año de ardua labor.
Esta temporada de descanso, también era dedicada a agradecer por los cultivos y a rogar ayuda y protección a Saturno, pidiendo superar las temporadas de invierno y merecer buenas temporadas de cultivo.
Celebraban bailando, cantando y compartiendo sus recursos. Indiferentemente de las clases sociales, tanto esclavos como soldados, plebeyos, patricios y hasta delincuentes, descansaban y disfrutaban sin realizar labores. En épocas de emperadores como César y Augusto, esta celebración se realizaba entre el 17 y el 19 de diciembre.
Los banquetes formaban parte de la celebración y la “sportula” era una cesta que obsequiaba los jefes, estaban cargadas de alimentos y decoradas con sus emblemáticas hojas de olivo y laurel.
La Saturnalia como festividad continuó por siglos celebrándose en la antigua Roma, traspasando fronteras hasta diferentes civilizaciones, aunque con ligeras variaciones.
En el siglo XIX cuando comienzan a surgir las fábricas y con la llegada de la época empresarial, aún se mantenía la costumbre de obsequiar esta cesta a fin de año, una práctica símbolo de gratitud y reconocimiento del patrono a sus trabajadores. Esta cesta estaba fabricada en mimbre y contenía principalmente higos y laurel.
Bajo el enfoque del especialista organizacional, las cestas de navidad son interpretadas como un reflejo de liderazgo del siglo XXI. Son obsequios vistos como un detalle, un incentivo y parte de la motivación que se debe cultivar en los trabajadores.
Esta costumbre ha sido adoptada en organizaciones empresariales de todo el planeta, países de Europa como el Reino Unido e Italia mantienen esta tradición, incluso España la ha legalizado, pues un empleado adquiere el derecho de exigirlas una vez que las ha recibido por al menos 4 años consecutivos.
Por ejemplo, en Reino Unido esta tradición se llama “Boxing Day”. Es un día completamente festivo en el cual no se trabaja. Es celebrado a parte en: Escocia, Irlanda, Australia, Nueva Zelanda y Canadá. Y es muy habitual además de las cestas de navidad, que se realicen eventos deportivos como partidos de rugby o partidos de fútbol. Al ser entre todos los equipos locales, provoca una gran movilización hacia los partidos y por lo tanto el reencuentro de familiares de otras localidades y lugares de esos países. Además suelen tener ofertas en casi todos los productos de los comercios y es muy similar al Viernes negro, con ofertas de hasta el 80% o el 90%.
En Italia se podría decir que es igual que en España. El cambio más significativo es que las cestas contienen menos embutidos y más alimentos como el clásico Pannetone o Pandoro. Los vinos no pueden faltar en una clásica cesta de navidad italiana. Suelen ser vinos dulces o licores también más dulces.
La popularidad de las cestas de navidad es tal que empresas se dedican a diseñarlas, promocionarlas y distribuirlas, no solo con alimentos, sino además con vinos, golosinas, jamones y frutos secos.
También ahora hay cestas diseñadas específicamente para un porcentaje de la población. Nos referimos a aquellos que no pueden comer cualquier producto alimenticio, ya sea por enfermedad como las personas que son Celíacas (no pueden consumir productos que contengan gluten ni hayan estado en contacto con él), como por motivos éticos o ambientales, como el veganismo.
Todo esto para compartirlas en la época de navidad entre amistades, familiares, profesores, compañeros de trabajo e incluso con el propio jefe.